Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
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© Marjory Serrano
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.
Sud América tiene un recorrido musical propio, único e inmenso, con ideas compositivas que mezclan la música académica y folclórica delas distintas regiones, e incluso que mixturan las distintas músicas propias de diferentes lugares, creando una identidad sola, de muchas identidades.
Venezuela cuenta con una estructura musical académica sorprendente, con músicos notables en todo el mundo, con su Orquesta SinfónicaSimón Bolívar tan respetada por todos nosotros, y su sorprendente SistemaNacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles, instituciones que además de interpretar el repertorio clásico tradicional, se ocupan de recrear el repertorio popular del país.
Una característica que destaca la música académica latinoamericana, es la marcada influencia europea, inevitable por ser el viejo continente el creador de tantos estilos que terminaron siendo universales y atemporales.
Esa influencia se siente presente en el precioso disco que llevaron adelante Marjory Serrano-Coyer en el violín y Hsin-Yi Chen en el piano, con obras de Angel Sauce y Nelly Mele Lara, y es una característica que no sólo no le quita identidad a la música, sino que por el contrario, le agrega colores, matices y mixturas que hacen a la música que se escucha, una suerte de viaje por lugares bellamente inventados. Como escucha de este disco, me sentí invitado a un paseo, llevado a paisajes nuevos que se ven(o escuchan, mejor dicho) familiares, pero que en realidad no. Armonías conocidas y desconocidas al mismo tiempo y texturas que se sienten suaves, cómodas y que sorprenden.
Desde el primer movimiento de la sonata deAngel Sauce, uno ve paisajes por una ventanilla imaginaria. Uno está en pleno paseo que no se detiene, y se entrega tan fácilmente a la lejanía que ofrece este primer movimiento, como a la nostalgia del segundo y a la danza del tercero. Nos convertimos en una especie de turistas de la música que dócilmente se entregan al placer de escuchar.
En los tres movimientos de Nelly Mele Lara uno se sumerge mas en el sonido venezolano de su música. Hay mas reminiscencias folclóricas presentes, a veces escondidas y otras no tanto. La experiencia es mas rítmica y frenética (sobre todo en su tercer movimiento) pero en ningún momento se convierte en tensión, sino que por el contrario, llega siempre al oído la sensación de ser parte de un evento hermoso, curioso y natural, como esos bellos pueblos que asoman por sorpresa de entre la selva, mezclados con el lugar, inexplicables y bellos.
La manera de encontrarse con las obras que tienen Marjory y Hsin-Yi es sabia e impecable , y es justamente esa forma de regalarnos esta música la que hace de esta experiencia, un viaje hermoso de poco mas de media hora que a uno le gustaría que dure mucho mas.
Cómo músico argentino, integrante de una Orquesta Nacional de MúsicaArgentina desde hace treinta años, agradezco encontrarme con un material tan bello y singular, que valora y hacen de la música latinoamericana un bien común, un regalo para todos nosotros. Y agradezco también que artistas de tantísimo recorrido y experiencia como Serrano y Chen se dediquen a encarar este repertorio, porque nos ayuda a todos a encontrarnos con nosotros mismos en nuestra música y en nuestro arte.